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Dentro de las múltiples aplicaciones del diseño editorial, la de generar una portada –o cubierta, como suele decirse en el sur de América– es quizá una de las más importantes. La también llamada “primera de forros” actúa como un rostro –que confiere una suerte de carácter a la publicación– y es una de las primeras partes del libro que se presenta a los lectores. Las portadas contienen información crucial sobre la obra: su título, su autor y el sello editorial. Estos tres elementos se disponen, en muchas ocasiones, acompañados de otros elementos gráficos: fotografías, ilustraciones o innovadores diseños tipográficos buscan hallar y encapsular, a partir dlo visible, el concepto de una obra. El diseño de portada permite saber de inmediato frente a qué clase de libro estamos: la sobriedad de un diccionario o un libro de filosofía requiere de portadas tipográficas, por ejemplo. ¿Un best seller o una novela de aventuras? Tipografías grandes, ilustraciones y colores. ¿Una biografía? Es usual encontrarnos con una foto de la persona cuya vida va a contarse. Cada portada es única.
Para dar un ejemplo de la importancia de esta labor, podemos poner como ejemplo las dos portadas del libro Umbral, escrito por Roberto Abad y publicado en la colección Molinos de Viento. Los últimos números de esta colección se decantan por portadas tipográficas, que ponen a jugar dos tintas –usualmente relacionadas con el contenido del libro; es decir, el color se vuelve un acercamiento inicial a lo que vendrá después– y presentan un patrón de círculos en la parte superior. En el caso de Umbral se combinan los colores ladrillo y turquesa. Las historias de Abad se inscriben en el terror contemporáneo y tienen elementos sobrenaturales, como la ouija, los fantasmas o realidades alternas. Es por ello que, una segunda portada –presente en la camisa del libro– reúne una serie de ilustraciones: ojos, una calavera, un cerebro dentro de un frasco, unas manos que invocan algo. El color negro, predominante esta vez, genera desde el diseño un efecto espectral, ciertamente espeluznante.