Navegación

Secciones finales: ¿cuál es el origen del colofón?

Secciones finales: ¿cuál es el origen del colofón?

De naturaleza discreta, con pocas líneas de información y siempre al final de los libros, los colofones generan curiosidad. ¿De dónde surge esa tradición de consignar datos importantes, como la fecha y el lugar de impresión, o frases juguetonas que aluden tanto al momento histórico en que el libro se imprimió como a su contenido mismo? La palabra colofón se origina del griego kolophón, que alude a conclusión o remate. Además de aportar datos, un colofón funciona para señalar que el proceso de edición e impresión de un libro ha concluido.

En la Edad Media, cuando los libros se copiaban a mano por los llamados copistas, estos personajes escribían al final su nombre, la fecha en la que terminaban su trabajo o algún otro texto en relación a la obra. Más tarde, cuando la imprenta revolucionó la manera de publicar contenidos, la práctica de añadir textos adicionales al final de las obras funcionó como una manera de consignar datos en torno a los impresores, como la ciudad donde imprimían. Tales datos han permanecido inalterados hasta el colofón moderno.

El colofón es un señuelo y una marca que permite saber más sobre el origen de un libro. Investigadores, lectores y distintos públicos pueden saber más sobre su historia y sobre quiénes fueron los encargados de su producción. El tiraje, el tipo de papel o las tipografías utilizadas en interiores son también datos relevantes que nos acercan al proceso de composición y diseño de las páginas.

Si bien el uso del colofón tiende a ser cada vez menos frecuente en ediciones modernas, su permanencia, en múltiples casos, se erige como guiño a la historia y las tradiciones editoriales; muchas veces es este sitio donde los editores se hacen presentes a través de juegos visuales o pequeñas frases ingeniosas. Quien llega al último extremo del libro sale de él con la satisfacción de encontrar una pequeña nota, una despedida que sugiere mucho del proceso editorial y sus avatares.